Yoga para mamas y bebes
por Maru Dáspolo
La evidencia científica ha demostrado que cuando nace el bebe el periodo de gestación no se ha completado. El feto debe nacer cuando su cabeza ha alcanzado el máximo tamaño compatible con el paso a través del canal de parto pero su desarrollo estructural y funcional no se ha completado. De aquí que se considera que la gestación continúa fuera del útero (exterogestación) y aproximadamente tiene una duración de 9 meses. Dentro del útero el feto es constantemente estimulado a través de su piel por el líquido amniótico y la presión creciente de su cuerpo contra las paredes del útero. En el parto estos estímulos crecen considerablemente preparando todos los sistemas para su subsistencia postnatal. Las contracciones uterinas son las primeras caricias totalmente adecuadas para el bebe.
El contacto piel con piel debe mantenerse después del nacimiento ya que mama y bebe forman una unidad simbiótica en la que se necesitan y reciben amplios beneficios uno del otro. La necesidad de continuar este contacto es imperativa y por esto hoy es amplia la recomendación comenzar la lactancia en los primeros momentos luego del nacimiento y mantenerla hasta los dos años. Ya fuera del útero, el bebe debe atravesar diferentes cambios adaptativos relacionados con el medio y para ayudarlo en este proceso es necesario que continúe el contacto intimo con la madre, que sea sostenido con seguridad, acunado, acariciado que se hable y se le transmita confianza y calma, además de ser alimentado según sus necesidades.
Vivimos en una ciudad donde muchas mujeres tienen su primer contacto con un bebe cuando sostienen a su bebe en sus brazos, donde en muchos casos no existe familia extendida o se cuenta con la limitación de la distancia, donde las mujeres deben regresar casi inmediatamente al trabajo y las presiones sociales de todo tipo producen tensiones que dificultan un vinculo que resulta natural en un entorno facilitador.
El yoga para mamas y bebes ofrece un espacio donde descubrir y desarrollar el vinculo y la conexión física y emocional a esta pareja mama-bebe. Es un espacio dinámico donde la practica fluye desde lo que mama y bebe traen a
Es de gran valor poder compartir la experiencia de Celia y Maimara en las clases: “…no recuerdo si Maimara tenía uno o dos meses cuando, ya recuperada de la cesárea, retomé las clases de yoga y empezamos a ir las dos. (…) Aunque era difícil el momento de salir, siempre es difícil llegar a horario a un lugar con un bebé pequeño, yo me ponía nerviosa porque soy de llegar puntual, etc., al llegar, todo se acomodaba y empezaba a fluir.” “Nos divertimos muchísimo. Desde el principio ese espacio fue más bien un espacio habilitador del juego, del contacto, de la risa, del disfrute. Un lugar para reforzar la autoconfianza, tan necesaria en ese momento, después de que la vivencia hospitalaria la hiciera estallar en pedazos. Especialmente la confianza en las propias convicciones sobre las decisiones de cómo uno quiere vivir la maternidad y la relación con el bebé.”“Las clases no sólo eran de trabajo con el cuerpo, también hablábamos sobre cosas muy prácticas, como por ejemplo, cuál era el mejor cargador para llevar a la beba”“Recuerdo momentitos bellísimos de juego, como de danza, de ir buscando movimientos con Maimarita en el suelo, rodando, rozando, sonriendo…Llegar a las clases con Maimara, sentarnos en el piso, hacerle masajes, detenerme a dar la teta, a cambiar el pañal, a acunarla si se quería dormir, buscar formas de levantarla sin que me duela la espalda (mi espalda me dolía muchísimo por los cambios que iba atravesando y por bajar y levantar a la beba –que nació con 4 kilos y medio- de la cuna). A veces yo aprovechaba cuando Mai se dormía un ratito en la clase y hacía ejercicios para relajar
La practica de yoga puede acompañarte en la crianza de tu bebe ofreciéndote un espacio donde aprender a escucharte y escuchar a tu bebe creando un vinculo sincero donde la genuina alegría brota del corazón.
Bibliografía:
“El Tacto, la importancia de la piel en las relaciones humanas” de Ashley Montagu
Agradezco el Testimonio de
